
Esta nueva versión sea la más deportiva hasta el momento, gracias a sus 1.200 CV de potencia máxima.
Para conseguir esta potencia, el equipo de ingenieros de Bugatti ha trabajado en el motor W16 8.0 Quad Turbo intensivamente y ha desarrollado nuevos sistemas, específicos para el modelo. Turbos de mayor diámetro o intercoolers sobredimenasionados respecto a los montados en el Bugatti Veyron de serie son algunas de las modificaciones (tampoco dan más datos).
Estas modificaciones no sólo afecta a su potencia máxima, sino que también actuan sobre el par máximo del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, aumentando esta cifra hasta los 1.500 Nm. Como es de esperar, la caja de cambios también ha sido modificada y adaptada convenientemente para deglutir tanto par.
Y no sólo se han hecho cambios en la mecánica, ya que también el chasis ha tenido que sufrir retoques para aguantar los embistes de tan numerosa manada de caballos. Por ejemplo, las estabilizadores ahora son más rígidas y según creo entender en la nota de prensa, se ha aumentado ligeramente el recorrido de los muelles, además de añadir amortiguadores con tecnología heredada de la competición.
El principal y más llamativo es la nueva cubierta del motor, que apenas deja algo de él visible desde el exterior. El motivo de esta cubierta es aumentar el flujo de aire hacía el interior del vano motor, cambiando la ubicación de las entradas de aire al techo, además de las laterales. Y también mejorar la aerodinámica.
Un simple vistazo al frontal nos permite ver nuevas diferencias. Las dos entradas de aire laterales ahora son dobles y de mayor tamaño, acompañadas de un pequeño splitter en la parte baja del paragolpes, que se extiende hacia los laterales, para garantizar un mejor flujo de aire a los discos de freno.
En la trasera, el principal cambio lo vemos en la enorme salida de escape. Ahora, en lugar de ser un único tubo central, se divide en dos salidas en forma horizontal. Un cambio, que aparte de las mejoras prestacionales que supondrá, también mejora visualmente el conjunto visto desde atrás. Incluso la nueva forma del difusor se presenta como una solución estética mucho más acertada.
El piloto de pruebas de Bugatti, Pierre Henri Raphanel, dejó asombrados hasta a los propios ingenieros de Bugatti al conseguir una velocidad máxima en la larga recta de 9 kilómetros del circuito de pruebas del Grupo Volkswagen al marcar, según GPS, una punta de 434,211 km/h en su segunda pasada.
En la primera de ellas, la velocidad fue algo inferior, aunque igualmente sorprendente, 428 km/h. Como el TÜV sólo puede homologar un dato de velocidad, se obtuvo la media de ambas sesiones y de ahí salen esos 431 km/h. Para los clientes, el coche estará limitado a 415 km/h para mantener la integridad de los neumáticos.
Motorpasión.com
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